sábado, 22 de noviembre de 2014

NYC Marathon (2/11/2014) 1 de 5 LOS PREVIOS

Por fin la maratón de Nueva York, un sueño cumplido.


Historia e Inscripción
Según Wikipedia, la Maratón de Nueva York es un maratón de 42,195 kilómetros de trayecto que se celebra cada año, desde 1970 en las calles de la ciudad norteamericana de Nueva York. Es integrante de los World Marathon Majors, una competición que agrupa los seis maratones más importantes del mundo (NYC, Chicago, Boston en America, Berlín y Londres en Europa y Tokio en Asia).
El maratón de Nueva York fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes en el año 2014.
El crecimiento del Maratón de Nueva York ha propiciado que, actualmente, la participación popular se logre a través de un sistema de sorteo entre los que se inscriben. En 2013 ya finalizaron la prueba más de 50.000 corredores, convirtiendo este Maratón en el más multitudinario del mundo. Además, la celebración de la carrera está acompañada de una semana de actos y exposiciones destinadas a corredores, acompañantes y familiares.
Para ello, la organización moviliza a más de 9.000 voluntarios que trabajan durante las actividades previas al Maratón y el mismo día de la prueba, situándose a lo largo de un recorrido que concentra a más de dos millones de espectadores.
La única cancelación en la historia del Maratón de Nueva York se produjo en 2012, a causa del huracán Sandy, aunque miles de personas se concentraron para correr en Central Park, reforzando así el simbolismo de esta prueba. Fue llamado la “Impromptu Marathon”, la maratón improvisada, en la que por cierto tomé parte con una marca de 4.08.
Para aquellos que quieran correr la maratón de Nueva York, todos los años se abre el plazo de inscripción hasta mediados de marzo. Para inscribirte te pedirán tus datos personales, que seas mayor de 18 años el día de la carrera  y que acredites, si puedes, tu marca de maratón aportando el diploma de llegada de alguno de los maratones que sirven para acreditar marca (en España hay varios maratones que están admitidos)
En el caso de que no acredites marca, o que ésta no sea considerada como suficiente, entrarás a formar parte de la lotería, que se celebra en Abril,  en el que se asignan al azar las plazas restantes de la maratón.De todas formas, si un año no te toca la lotería y no puedes participar (generalmente se inscriben 5 veces más personas de las que pueden participar, por lo que no es fácil que te toque la lotería), no desesperes porque si participas durante 4 años en la lotería y no te toca plaza, al quinto año tienes tu participación asegurada.
Además, si tienes plaza para un año y renuncias a ella (por una lesión, un compromiso ineludible,…) al año siguiente podrás correr la maratón de Nueva York, pues te adjudican automáticamente la plaza para la siguiente edición, siempre que hagas esta renuncia en el plazo y en las formas convenidas.
Otra forma de asegurarse la participación es pagar por tu inscripción una cantidad de dinero para la caridad, o bien aprovechar alguna de las plazas para corredores internacionales que se ofrecen a cambio de una cantidad de dinero, pero en este último caso aunque renuncies a tu participación no tienes derecho a participar el año siguiente en la carrera.
 
La preparación
Preparar una maratón, como todo el mundo sabe, no es fácil. Entre 4-6 meses de salir a corrrer con calor, frío, lluvia o nieve, teniendo ganas y sin tenerlas, y con largos de fin de semana de unas 2 horas que obligan a sacrificar cenas y copas del sábado noche.
En mi caso, ha sido duro pero he tenido suerte con las lesiones, no he tenido ninguna seria aparte de mi habitual fascitis plantar moderada, y es la primera vez que me va tan bien. Eso es bastante para decir que ha ido muy bien.
Los largos del domingo he intentado hacerlos coincidir con carreras, como las medias maratones de Marbella, Motril o Aracena-Jabugo. Cuesta, pero menos.
Los handicaps
No han sido pocos, como la poca disponibilidad de timpo para entrenar, el trabajo, el asma, pero en especial uno: que he entrenado sólo. Eso requiere una preparación psicológica especial, porque siempre te preguntas qué falta hace pegarse estas palizas.
Viaje a USA
El sorteo empieza en enero/febrero, y hay que andar rápido. Esta vez tuve suerte y me cogieron. De entre 150.000 solicitantes, sólo 40-50.000 reciben un dorsal. Luego buscar vuelo y hotel, e intentar estar cerca del centro para hacer turismo los días libres.

El día del viaje es algo especial, empiezan los nervios. Repaso a todo lo que hay que llevar, porque seguro se olvida algo, y luego Murphy que aparece cuando menos te lo esperas.
En efecto, me llevo dos relojes GPS, el que uso normalmente y uno viejo medio destrozado por si acaso. Pues se le va la batería a las dos, y listo de mi, no me llevo cargador ni tengo forma de reaccionar porque me doy cuenta la noche antes. Ni el Macys abierto por la noche tenían cargadores ni relojes parecidos.
Encima es USA. Que sí hay que hacer la declaración ESTA, como un visado online, que hay que tener en cuenta lo que llevas, porque si no llevas batería en los móviles o pc, pues tienes un problema. Vamos, que si llegas es porque la fortuna y Obama han querido. Aunque también creo que los vigilantes del control de entradas tienen especial simpatía por los marathoners, total, que va a hacer un pringado que sólo va a correr por todo NYC sin motivo aparente.
La Expo
Especial mención tiene esta expo en Jacobs Javits Center. Es de las más impresionantes. No sólo porque tenemos que pasar +50.000 runners y sus familias en sólo 3 días a recoger el dorsal y mirar cosillas, sino también porque se exponen las últimas novedades del mercado con lo que siempre necesitas y crees que nadie ha inventado. Pues sí, allí está: el último reloj GPS que te avisa cuando entrenas por debajo de la zona de RC planificada o tu VOX es bajo, el último artilugio para masaje con rodillos o con palo, el último gel energizante que te hace pasar mejor las penurias de quedarte muerto en el km 35,…
Pero lo mejor son los vendedores estadounidenses, vaya marketing power ¡ Es difícil que no te convenzan, es allí donde se saben todas las selling tecniques.
El dorsal es otra historia, con chip incorporado e información de urgencia, así como pase para el transporte, y método de recogida de equipaje. Para enmarcar ¡
El viaje a la carrera
Sí, el viaje. NYC es grande, y el hecho de que la salida esté algo retirada de la meta, yo diría 15km, tampoco ayuda.
Pues yo empezaba a correr a las 9.40 si todo iba bien, y como me gusta apurar y dormir suficiente, siempre con el tiempo justo, pues en eso que a las 5.00 me puse en marcha. Claro:
- coger el metro desde Midtown a downtown… A esa hora de la  mañana como a cualquier otra del día, pasan contados trenes y hay que mirar la hora a la que pasa porque igual tienes una oportunidad. Sí, en NYC no hay mucha frecuencia de trenes, todo el mundo lo sabe. Además para llegar a South Ferry tienes que cambiar de vagón en Rector St., como si en vez de NYC fuera la Alcarria…
- llegar al Ferry y pasar el minicontrol, esperar con cientos/miles de corredores, hacer el abordaje al Ferry, y buscar asiento. Eso sí, las vistas no tienen precio, en especial las del skyline de downtown con la inmensa Liberty tower o WTC1.
- el Ferry llega a Staten Island, una isla que no parece Nueva York, o al menos, la parte obrera, y cogemos el autobús a la salida. Diez minutos después de ir por la isla descubrimos que volvemos al punto de inicio, pura lógica yanqui, yo colijo que se debe a que no tienen rotondas para dar la vuelta, pero sigue siendo difícil de creer. De allí, con calles escoltadas por la policía, nos dejan a las faldas del puente Verrazano.
- llegada al Verrazano bridge y caminata hasta los start villages. La nomenclatura me costó entenderla:
·       Wave: es como la ola de salida. Había 4, yo estaba en la primera junto con élite, subelite y locales. Pero no venirse arriba, también con abuelos y niños.
·       Start village: donde esperabas que te llamaran, con café del Dunkin donuts, bagels, zumos, barritas, agua, geles y fruta. Pero, claro, a la intemperie con 5 grados de temperatura y un frío espeluznante.                                                                                                                 
·       Corral: literal, un corral cercado con valla metálica, y por supuesto en un orden inexplicable, los que iban más rápido detrás. Imagino que no sería así, pero daba la sensación porque te llevabas toda la carrera adelantando a gente.
-        Por fin la salida...





















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